PUNTO
Había unos cuentos,
que solo de día, se debían leer.
En la oscuridad,
se escuchaban.
Fueron enterrados, en lo más profundo.
Una noche, pegue mí oído al suelo.
Y aquí están para ti.
Bebiendo el sexo de la discordia
-
Soy sacrílego
de mis propios versos,
de la poesía absurda
que anida en los intestinos del olvido.
Soy un agujero negro
en el cielo ciego
de ...
Hace 10 horas



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