Gracias por sus latidos de afecto y cariño que alimentan al Alma.

domingo, 20 de septiembre de 2009

AMIGO


AMIGO

Me vino a visitar, la mamá de mi amigo Carlos.
Me trajo unos cd’s, de música, y videos.
Se, que desde hace meses, me quiere preguntar algo.
Yo espero, a que ella, se decida a dar el primer paso, y que rompa esa barrera, que no le permite, comunicar esa angustia, que atenaza su pensamiento.
Intuyo su pesar, pero así, como cuando vas a la playa, y con el movimiento de las olas, se revuelven la arena y el mar, y tu tienes que esperar a que se asiente, y se clarifique el fondo, para poder distinguir lo que hay en el; así, después de una perdida muy grande, tienes que darte tiempo, para poder soportar y aceptar, la nueva situación.
Después de la muerte de mi amigo, su mamá, además del inmenso dolor, con muchas interrogantes quedó.
Y al fin, un día, me comentó:
Si mi hijo sabia nadar tan bien, ¿como es que se ahogo?
Yo por esas fechas, lo noté muy callado, ensimismado, decaído.
Y el día de su accidente, se levanta muy eufórico, cantando, bromeando, con ganas de ir a la alberca.
¿Es que acaso ya había tomado la decisión fatal?
¿Dios, porque lo habría permitido?
Y si no fue la voluntad de Dios, ¿estará enojado Dios con mi hijo?
¿Cuáles serian los pensamientos de mi hijo, para tomar esa decisión?
La señora creía, que yo, por las numerosas veces, en que he intentado con mi vida terminar, podría poner algo de claridad en sus razonamientos, que como madejas de estambre, cada día se enredaban más.
Trate de consolarla, explicándole, que solo Dios, que es el que da la vida, solo Dios, es el que la puede quitar.
Y que no puede haber enojo en El, por un intento así, sino una gran compasión.
Pues es todo entendimiento, y su Amor, no tiene fin.
Le conté de cuando compre un arma, y ya estando solo en el cementerio, para mis días, acabar con un balazo, según yo ; llega justo, en ese momento, una persona, toda amabilidad, paciencia, y con una platica tranquila, suave, disuelve en esos momentos, mis planes.
Que debo decir, que ha veces, ni uno mismo sabe, porque se esta tomando la decisión del suicidio.
A veces, porque se siente angustia, tristeza, anda uno deprimido, decepcionado, desanimado.
Tenemos cambios de conducta, que rebasan las dos semanas, nos da mucha hambre, o no queremos comer nada. Solo queremos estar durmiendo, o padecemos insomnio, y nuestras ojeras nos delatan.
No queremos hacer nada, por lo fatigados que andamos, que sentimos el cuerpo pesado, como con un gran fardo sobre nuestros hombros.
Otras veces, sentimos mucho coraje, rencor, contra algo, o contra alguien; o contra alguna situación, y en lugar de expresarlo verbalmente, o desahogarnos por otros medios, optamos por negar, que tenemos un problema, o creemos, que no hay solución para ese problema.
Y entonces, toda esa ira, la enfocamos contra nosotros mismo.
Puede ser, que creemos, que hicimos algo tan grave, tan imperdonable, nos sentimos tan culpables, que decidimos que es tan grande el castigo que merecemos, que solo nuestra vida, es el justo pago.
Entonces, decidimos, me voy de aquí.
Porque soy muy valiente, me atrevo a tomar mi vida.
Y en realidad, lo que intentamos es de cobardes.
Y no solo huimos de los problemas, sino, que también, queremos salir huyendo, de este mundo.
También le comenté, de cuando me quise ahorcar, y mi hermano, sosteniendo mi cuerpo, logro reanimarme, con sólo la fuerza de su voluntad.
Y a pesar de ver, que derraman tantas lágrimas, ante tu actitud, uno no cree que lo quieren, y no aceptamos, las muestras de cariño.
Nos sentimos tan heridos, que duele, que te toquen, que te abracen.
Como si fuéramos hielo, y te rodeara la lumbre.
Entonces, nos envolvemos con capas y capas de indiferencia, amargura, cinismo.
Estamos tan ocupados en protegernos, que se nos llega a olvidar, a lo que venimos a este mundo, que es a ser felices, y a hacer felices a los demás.
Pero como nadie puede dar lo que no tiene, se comporta uno, como aquella tierra árida, seca, con grietas, que está tan necesitada de agua, que no la absorbe.
Que deja escurrir el líquido, como si tuviera una película de plástico.
Y así, vamos por la vida, estando tan sedientos de amor, lo rechazamos.
Nos hacemos refractarios a las muestras de afecto, y hasta de manera violenta, grosera, exigimos, que nos dejen en paz.
Un doctor, recomendó a mi familia, internarme, en una unidad de atención psicológica y psiquiatrica, donde me harían análisis completos, para descartar algún problema, de origen químico, que seria el causante de mi manejo inadecuado de emociones.
Ahí tendría regimenes estrictos, con horarios inflexibles, que mantuvieran mi mente y cuerpo ocupados. Porque no se pueden tener dos pensamientos, al mismo tiempo, y si tú tienes las manos ocupadas, descansa tu mente.
Asistiría, a reuniones periódicas con psiquiatras, y psicólogos. En mesas redondas, con otros pacientes, reconocer que no somos los únicos, que hemos tenido o tenemos problemas; que podemos convertirlos en oportunidades de encontrar soluciones.
Que puedes tener quinientos mil problemas, pero sólo una vida.
Mis padres, con sutileza, me presentaron esa sugerencia del doctor. Pero, yo estaba en un periodo de franca negatividad.
Y estalle, con un ¡se quieren deshacer de mi! que fácil, me internan, y jamás, me vuelven a sacar de ahí.
Mira, hijo, ya no existen hospitales, donde los pacientes, con problemas psicológicos, estén internados de por vida. Estaría más gente dentro, que fuera de los hospitales.
Solo se trataría de unos días, te visitaríamos. Estaríamos al pendiente de ti, como siempre ha sido.
Tú nunca dejaras de ser nuestro hijo.
Te amamos y nos duele verte así, solo queremos protegerte de ti mismo.
Yo seguí aferrado en mis trece, y conteste, un rotundo no.
Durante meses, parecía que yo había dejado atrás, mis depresiones, pero únicamente estaban agazapadas; alimentadas por mis reflexiones lúgubres.
Solo esperaban un momento, un motivo fútil, para salir impunemente, y así poder culpar a alguien más, por lo que hiciera yo.
Mis padres, hasta aceptaron, que personas de diferentes religiones, visitaran nuestra casa.
Solo daban la oportunidad, de que yo reflexionara, sobre el Amor de Dios.
De primero recibía a los que trataban de ayudarme; pero sus palabras me sonaban, como al que oye llover, sin mojarse.
Después, de plano, mejor no salía de mi cuarto. Mis padres, no me obligarían.
Cesaron las visitas. Pasó el tiempo, y en este último intento, donde tantas pastillas ingerí, estuve inconciente por meses; mi familia pensaba, que ya no iba a despertar.
Ahora, en casa estoy, postrado en cama, victima de las secuelas, de tanto fármaco que tomé. No puedo caminar, me bañan, me dan de comer en la boca.
Y como nadie se va antes, ni nadie se va después; aquí estoy, a mis veinte años, arrepentido, esperando que llegue esa fecha, que está escrita en el Libro de la Vida, y que no podemos cambiar.

7 comentarios:

  1. Son muy complicadas las personas depresivas, necesitas de mucha atención y hay veces que se nos escapan de las manos y terminan dañándose.

    Tus escritos son largos, pero me gustan aunque tengan un final tan trágico como este.

    Un Beso Marucha.

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  2. Emy ,en ocasiones,hagas lo que hagas,la persona termina por dañar su salud.
    Gracias por tu comentario.
    Amigas por siempre.

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  3. De una profunda tristeza María...

    Pero encierra una verdad terrible, pero verdad al fin.

    Hacen falta muchas ilusiones y sobre todo fe en Dios para salir adelante, para creer que todo es posible.

    Un abrazo y beso lleno de esperanzas y buenos deseos para ti y tu familia.

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  4. Marucha
    Es muy dramático este relato, pero expone una realidad, la de aquellas personas que han perdido la ilusión y las fuerzas para seguir en el camino de la vida.

    Muy triste. Un abrazo de cariño.

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  5. Canto en Flor y Aire de Alhena, donde yo vivo,que es una zona connurbada(Tampico,Madero,Altamira que son ciudades de Tamaulipas y Pueblo Viejo que es del estado de Veracruz),sólo las separa el río Pánuco,pues aquí,(vivo exactamente en ciudad Madero)del diario aparecen notas periódisticas de suicidio de personas de la zona conurbada.
    De todas las edades,que son más los jovenes y personas de la senectud; qué es una verdadera tristeza ver cómo se hace poco por detener esto.
    En muchos casos,han manifestado ( en recados póstumos)que fué la situación económica...que si falta de trabajo,que si tenían muchas deudas.
    No entiendo esto,yo sé,por relatos de una abuelita,que antes,la ropa se remendaba una y otra vez,que todo se componía,se retaceaba,algunas gentes andaban descalzas,no había luz en varias ciudades,comían puros frijoles y chilito,con sus tortillitas echas a mano.Y no había tantos suicidios.
    También existe la situación de alguien que siente una gran perdida emocional.
    Los ancianos aducen que sus familiares no los atienden ni los tratan con cariño,o que ya no desean ser una carga para sus hijos???
    ¿ Cómo un padre puede sentirse así?
    En fín que pueden aducirse diferentes causas.También existen las carencias químicas en el organismo.
    Se debe de prestar ayuda,ya sea profesional,familiar,religiosa.
    Algo se debe de hacer.
    Ahora bien,el suicida fallece,y queda en su entorno una de problemas,de culpas,de dolor y tristeza.
    Por eso hice este relato,partió de una platica con una madre que perdió a su hijo,y se ¡ trastornó!
    Ella era muy activa,de andar en todo,alegre,con varios hijos profesionistas,trabajadores,y uno falleció en circunstancias muy sospechosas,aún para su madre.
    Tantas dudas en su mente,la enloquecieron.La tienen con llave sus otros hijos,porque si no,se sale a la calle y se pierde, busca a su hijo.
    ¿ Cómo es ésta situación de la privación de la propia vida en donde ustedes viven ?
    Mi relato busca poner en alerta a quienes estén cerca de un suicida en potencia.
    Tenemos que hacer algo todos.
    Gracias por leerme hasta el final.
    Tenía que escribirlo.

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  6. María Querida:

    Vine a leer tu poema y me detuve a leer tu respuesta a nuestros comentarios...

    He sentido en lo más hondo de mi ser este grito de angustia y desesperación por todo lo que acontece en tu medio con relación a este problema.

    Es verdad todo lo que describes de cómo eran las situaciones antaño; pero sabes? Creo lo que está haciendo falta es la comunicación y más que nada el amor.

    Aquí en mi ciudad capital, se ha instaurado una asociación civil con ayuda de patrocinadores, para la prevención y ayuda a personas que de pronto no encuentran una salida a sus problemas. Ésta los escucha, apoya y orienta para un mejor manejo de su problemática, recientemente en las celebración de un aniversario más rindieron su informe con resultados altamente satisfactorios.

    Si lo deseas puedo enviarte más datos de ella; estoy convencida que tú serías una excelente líder para iniciar un proyecto similar en ciudad Madero.

    María mi corazón se reconforta al saber que existen personas como tú, interesadas en el bienestar de los demás.

    Recibe mi cariño en un cálido abrazo.

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  7. Canto en Flor me agradaron sus líneas.
    Me interesan esos datos que usted me puede proporcionar; conocer que existen varias alternativas para hacer conciencia en la comunidad.
    Gracias maestra y reciba un beso en sus manos que enseñaron a sus alumnos a salir adelante; estoy segura que usted es de aquella generación que daba cátedra por vocación,por espirítu de servicio, por amor a la enseñanza.

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