PADRE
Estaba rodeada de personas, que apretujadas, peleaban sordamente, entre si.
Yo las separaba, intentaba poner paz.
Pero estábamos tan pegadas, unas de otras, como en el vagón de un metro, que empecé a sentir que me asfixiaba, que el aire, me faltaba.
Me entró el pánico. Clamé por ayuda.
Un Ser de Amor, me sacó, de entre aquella multitud.
Al cargarme, como un padre, me llevo a lo alto, a una especie de saliente. Y desfalleciendo, me dejé deslizar hasta el suelo, donde semisentada, mis fuerzas recobre. Vi, como era mi cuerpo.
Era de una estatura, como de una criatura, de unos 5 años de edad, parecía tan flexible, como si fuera una gomita, un gel. Traslúcida, de tonalidades ámbar, finita.
Me acomodé, en un suave recogimiento, agradecida de aquel rescate.
No portaba ropa alguna, no era necesario.
Voltie curiosa, la mirada hacia abajo, de donde me sacaron. Sorprendida, veo que es tan grande la masa de seres, que forcejean, que abarcan todo lo que seria una inmensa laguna.
Y que a pesar, de tanto empujarse, no van a ninguna parte.
Le presencia de amor, me indica que debo volver, a cumplir mi misión.
Y una gran tristeza me invade. Pero debo obedecer.
Ya inmersa de nuevo en los jaloneos, me dicen: estas muy gorda “mijita”.
Dejo que se me resbalen, lánguidamente por mi espalda, los acres comentarios; se que ésta apariencia, es sólo mi armadura.
Catacumba de la memoria
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Que la catacumba de la memoria
Sea el verso indemne
De mi silencio
Y el llanto ausente
De mi poesía
Ya no tengo más que decir
Ya no t...
Hace 16 horas
Hola preciosa, creo que te dio alas como las del CONDOR para que volaras alto, esos sueños son preciosos y te marcan un camino a seguir, y hay otros que se materializan en el aquí y ahora, esos dán, un poco de miedo.
ResponderEliminarY otro rinconcito que no sabía que existía.
Te seguiré buscando.
Un abrazo.
Ambar.